NUTRICIÓN Y SALUD


NUTRICIÓN Y SALUD



La alimentación sana es uno de los factores más importantes que favorecen el mantenimiento y la recuperación de la salud y ha sido considerado así a lo largo de la historia. Una prueba de ello la encontramos en una inscripción de una pirámide Egipcia datada del año 3.800 a.C. que decía: "El ser humano vive de la cuarta parte de lo que come. De las otras tres cuartas vive su médico". Según Herodoto, historiador griego del siglo V a. C., los egipcios creían que los alimentos constituían el origen de todas las enfermedades.
La forma de comer actual, el abuso y la mala calidad de los alimentos frecuentemente utilizados, el exceso de grasas y proteínas, de hidratos de carbono refinados (harinas y azúcares), da lugar a la aparición de diversas enfermedades de la civilización del consumo. Diversos estudios han relacionado el exceso de consumo de grasas con enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos con el consiguiente desequilibrio para todo el organismo. Igualmente lo han emparentado con cánceres, como los de intestino grueso (colon y recto) y el cáncer de mama. También hay una relación con la diabetes, trastorno que tiene mucho que ver con el desequilibrio del metabolismo de los azúcares.
Recomendaciones para una alimentación sana
A veces nos parece más cómodo llevar la misma alimentación de siempre o sencillamente no queremos cambiar, aunque nos encontremos física o psíquicamente mal. Cualquier cambio supone un esfuerzo pero el de la alimentación merece la pena. Decía Grande Covián (médico e investigador español): "es más fácil cambiar de religión que de dieta".
La alimentación sana es uno de los factores que favorecen la salud, uno de los principales factores de salud tanto para la recuperación como para la prevención de la salud y por eso tenemos que cuidar los alimentos que ingerimos. Cuidarnos para curarnos.
Los alimentos artificiales e industrializados de hoy son el alimento para las enfermedades del mañana, y sus consecuencias las pagaremos todos en forma de enfermedad o por el hecho de elevar los costes en el sistema sanitario. No podemos hipotecar la vida de los demás por nuestra falta de cuidados. No se trata de obsesión por la alimentación, sino de ayudar y formar a los demás de manera responsable desde la evidencia científica.
La persona que se alimenta mal es irresponsable consigo mismo y con los que le rodean y eso es algo que duele reconocer y que cuesta aceptar. Para esas personas es mejor hacer oídos sordos y pensar que ser feliz consiste en tener menos responsabilidad en este campo. Parece que pensar en ello e interesarse por aprender cuestiones de nutrición les llevará a obsesionarse y a dejar de ser felices.
No hay que tener miedo en informarse sobre temas de alimentación sana y nutrición igualmente que nadie tiene miedo en informarse sobre las mejores prestaciones que ofrece un nuevo modelo de móvil.
Es increíble cómo las costumbres y los alimentos desarrollan fuertes y estrechos lazos a lo largo de nuestra vida y es una pena cómo la llegada de la enfermedad o los malos resultados de una analítica muchas veces son los únicos medios que nos fuerzan a empezar a llevar una alimentación más saludable.
¿Por qué esperar a que ocurran las cosas si me ofrecen herramientas para prevenirlas? Por ejemplo, informándose debidamente, consultando a especialistas, confiando en las personas formadas que desean ayudarte y que te aconsejan sabiamente.

A continuación veremos una serie de recomendaciones para llevar una alimentación sana. Poco a poco podemos ir cambiando hacia unos hábitos más saludables:

- Ingerir más carbohidratos complejos y menos azúcares simples.
- Ingerir más alimentos integrales y de buena calidad y menos alimentos refinados.
- Recomendar el consumo de más alimentos ricos en fibra y menos alimentos desvitalizados y adulterados.
- Cocinar adecuadamente para producir un equilibrio energético y nutricional que conserve nuestra salud. Cocinar al vapor.
- Consumir más proteínas vegetales y menos proteínas animales.
- Hacer un menor consumo de grasas saturadas y trans.
- Recomendar una mayor ingestión de alimentos naturales cultivados ecológicamente o utilizando técnicas tradicionales.
- Conservar los alimentos de forma tradicional y utilizar menos alimentos procesados artificial y químicamente, llenos de conservantes y colorantes. El organismo utiliza únicamente aquellos alimentos que le aporta la naturaleza, no puede digerir y asimilar elementos nutritivos elaborados o sintetizados en laboratorios. El hígado no reconoce a las sustancias artificiales. No sabe qué hacer con ellas.

Artículos

Se presentan los resultados del estudio PREDIMED sobre dieta mediterránea, liderado por investigadores de la UB


El estudio constata que la dieta mediterránea enriquecida con fruta seca y aceite de oliva virgen extra reduce en un 30% el riesgo de infarto de miocardio.
El estudio constata que la dieta mediterránea enriquecida con fruta seca y aceite de oliva virgen extra reduce en un 30% el riesgo de infarto de miocardio.
25/02/2013
Los resultados del estudio Prevención con dieta mediterránea (PREDIMED) , publicado en la revista The New England Journal of Medicine, constatan que la dieta mediterránea enriquecida con fruta seca y aceite de oliva virgen extra reduce en un 30% el riesgo de infarto de miocardio, de accidente vascular cerebral o de muerte por causa cardiovascular. El trabajo ha sido coordinado por el investigador Ramon Estruch, de la Facultad de Medicina de la UB y del Hospital Clínico, centros adscritos HUBc, el campus de salud de la UB. Han participado además la profesora Rosa M. Lamuela y su equipo del Grupo de Investigación de Antioxidantes Naturales, de la Facultad de Farmacia, ubicada en el campus de excelencia internacional BKC, responsables de la determinación de los biomarcadores de consumo de la dieta mediterránea.
La investigación forma parte del proyecto PREDIMED, un ensayo clínico multicéntrico llevado a cabo entre los años 2003 y 2011 en que se evalúa la eficacia de la dieta mediterránea en la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares. El ensayo ha sido financiado por el Instituto de Salud Carlos III por medio de las redes temáticas de investigación cooperativa (RETIC RD06/0045) y del CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn).
En este estudio de intervención nutricional se han incluido 7.447 personas de alto riesgo vascular, que han sido divididas aleatoriamente en tres grupos: dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra, dieta mediterránea enriquecida con fruta seca (nueces, avellanas y almendras) y dieta baja en todo tipo de grasa (animal y vegetal). Los participantes fueron visitados cada tres meses por una dietista y participaron en sesiones educativas en grupo, en las cuales recibieron descripciones detalladas de la dieta mediterránea o de la baja en grasa, así como de los alimentos que contienen. De igual forma, se les proporcionaron menús, listas de compra y recetas adaptadas al grupo de dieta correspondiente y a cada estación del año.
Durante el estudio, a los participantes asignados a cada uno de los dos grupos de dieta mediterránea, se les entregó gratuitamente aceite de oliva virgen extra (un litro a la semana) o fruta seca (30 gramos al día: 15 gramos de nueces, 7,5 gramos de almendras y 7,5 gramos de avellanas).
Después de cinco años de seguimiento, se ha comprobado que los participantes de las dos ramas de dieta mediterránea presentaban menor frecuencia de infartos de miocardio, de accidentes vasculares cerebrales y de muerte por causa cardiovascular que el grupo de control. Estos resultados se publican hoy en la revista New England Journal of Medicine.
Según los investigadores, los resultados del estudio PREDIMED tienen una gran trascendencia; puesto que muestran que una dieta alta en grasa vegetal es más cardiosaludable que una dieta baja en todo tipo de grasas. Según los autores, este ha sido hasta ahora un tema controvertido, y el estudio aporta nuevos datos científicos para desestimar la idea de que es necesario reducir la grasa de la dieta para tener mejor salud cardiovascular.
Se espera que los resultados de este estudio aporten elementos de referencia en la práctica clínica dirigida a prevenir enfermedades cardiovasculares. Por otra parte, el diseño de este estudio, su alcance y la metodología empleada a lo largo de una década tienen un alto potencial en traslación al sector biomédico.
En el trabajo también han colaborado investigadores del Hospital Clínico, del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), de las facultades de Medicina de las universidades Rovira i Virgili, Navarra, Valencia, Canarias y Málaga, así como del Hospital Universitario Son Espases de Palma, del Instituto de la Grasa de Sevilla y de las redes de atención primaria de Barcelona, Sevilla, Tarragona y Valencia.
Artículo
Ramon Estruch, Emilio Ros, Jordi Salas-Salvadó, Maria Isabel Covas, Dolores Corella, Fernando Arós, Enrique Gómez-Gracia, Valentina Ruiz-Gutiérrez, Miquel Fiol, José Lapetra, Rosa Maria Lamuela-Raventos, Lluís Serra-Majem, Xavier Pintó, Josep Basora, Miguel Angel Muñoz, José V. Sorlí, José Alfredo Martínez, y Miguel Angel Martínez-González. «Primary Prevention of Cardiovascular Disease with a Mediterranean Diet». New England Journal of Medicine, 25 de febrero de 2013. DOI: 10.1056/NEJMoa1200303

Dieta cetogénica en tratamiento para tumor cerebral



AVENA I, ¿por qué es tan saludable?


Entrevistando a Maelán Fontes. Alimentación basada en la biología evolutiva.



           

El ‘ayuno estratégico’ para mejorar tu salud






  
Dr. Ángel Gutiérrez Sainz
                                           

"La dieta baja en todo tipo de grasas se ha recomendado durante décadas para prevenir el cáncer, la diabetes y la obesidad, enfermedades que han seguido aumentando"

"Ha sido un error recomendar la reducción de calorías ingeridas en forma de grasa". El enemigo son los azúcares y productos refinados, asi como la mala leche!!!

El catedrático de la Universitat Rovira i Virgili, Jordi Salas, investigador principal del CIBERobn y reciente Premio Dupont de la Ciencia, impulsa y coordina un trabajo orientado a descubrir el efecto de la pérdida de peso y el ejercicio físico en la prevención de las patologías del sistema circulatorio.

Durante décadas desde instituciones tan prestigiosas como la American Heart Association se ha recomendado una dieta baja en grasas para prevenir la enfermedad cardiovascular. Lo que demostramos nosotros al comparar este tipo de dieta baja en grasa con la dieta mediterránea tradicional es que esta última, con grasa de calidad como la del aceite de oliva virgen o los frutos secos, reduce en un 30% los infartos de miocardio, embolias cerebrales y las muertes derivadas por enfermedad cardiovascular. De hecho, tuvimos que detener el estudio porque entre los tres grupos estudiados había uno que tenía más muertes por estas causas.

Así que la ética modificó la trayectoria del trabajo…

Así es. Nosotros no sabíamos en qué grupo se estaban produciendo esas muertes, porque era un ensayo ciego, pero los miembros del comité científico asesor externo, formado por expertos de distintas universidades y centros de investigación extranjeros, recomendaron detener el estudio porque no era ético mantener la recomendación nutricional al grupo que estaba registrando mayor mortalidad y privarles de los resultados obtenidos en los otros dos. El grupo que presentaba un 30% más de mortalidad era el que seguía la dieta baja en grasas recomendada por la American Heart Association, que prohíbe las grasas de todo tipo, tanto de origen animal como las de origen vegetal (incluido el aceite de oliva y los frutos secos).

Ese tipo de dieta no solo se recomienda para las enfermedades cardiovasculares, ¿verdad?

La dieta baja en grasa de todo tipo se ha recomendado también durante décadas para prevenir el cáncer, la diabetes y la obesidad, enfermedades que han seguido aumentando.


Dietas Ancestrales. La paradoja esquimal. Mucha grasa y poca verdura

Una feliz niña inuit


Si los carbohidratos engordan ¿porque los chinos están delgados comiendo arroz?

china come arroz



las hormonas mas importantes


NO HAY QUE QUITAR LA GRASA DE LA DIETA, SINO  EL AZÚCAR!!! EJERCICIO Y DIETA SANA 





El desayuno, la peor comida del día



Las grasas no son el problema, la comunidad médica reconoce el error



En los humanos, una dieta baja en carbohidratos puede retrasar el envejecimiento mediante la prevención de las enfermedades metabólicas y la mejoría general de la salud. ¡Di no al azúcar! 
Lee, D., Hwang, W., Artan, M., Jeong, D.-E. and Lee, S.-J. (2014), Effects of nutritional components on aging. Aging Cell. doi: 10.1111/acel.12277 

11 Tablas Que Muestran Todo lo Malo de Nuestra Alimentación Moderna

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